viernes, 28 de diciembre de 2012

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Cometería ahora, en estos instantes, la locura más estúpida de mi vida o quizás la más realista, la que llevo esperando a hacer muchos años, pero que no he hecho por miedo. Y es curioso, porque me he pasado vida y media buscando un Ted que me traiga una trompa azul a casa, pero yo no soy capaz de hacer lo mismo ahora.
Sé que si lo hiciera ahora me recriminarías no haberlo hecho antes y que bueno, tú y tu orgullo acabarías venciendo. Puede que tal vez pensaras en hablar conmigo durante un segundo, pero después negarías esa idea y la desplazarías a otro lado de tu cabeza. Incluso es posible que algún día, al igual que yo lo hice, te arrepientas de no haber tomado la decisión contraria, pero ya habrá pasado el tiempo y... como me pasa a mí, tendrás miedo de un rechazo absoluto.
Si lo sé, que no debería pensar en esto, que el camino es muy largo y debería esperar a ver que hace con nosotros el destino, pero es que si él me pone piedras, obstáculos y me hace perderme en tu dirección, debe ser por algo.
No sé, me gustaría que me dieras una señal, algo claro, que me mandaras a la mierda, que me dijeras todas las cosas feas que una vez dijiste, que una romántica psicótica no es lo que buscabas ni lo que buscas y mucho menos lo que buscarás, o que me estarás esperando un día concreto en un lugar más o menos apropiado. Pero algo, necesito algo que me quite este hipo y sabor a ti.

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