Sí, lo reconozco, soy de esas personas que este año se han
gastado dinero en un vestido bonito para celebrar la Nochevieja, ¿me he dejado
llevar por el consumismo?
Bueno, podemos pensar que sí porque podría haber cogido otro
de mis tantos vestidos del armario. Pero también que no, porque pienso que este
año tengo mucho que celebrar.
No ha sido mi mejor año, debo reconocerlo, tampoco el peor,
de ese ya hace un poco de tiempo…
Pero tengo millones de motivos para estar mañana con mi
nuevo vestido y una sonrisa de oreja a oreja: mis padres y mi familia, que juro
no decirles todo lo que les quiero, pero lo hago con locura; mis amigos, que
aunque pase el tiempo me demuestran que puedo contar con ellos y que, por mucho
que nuestros intereses sean diversos y cada uno tome su camino, puedo contar
con ellos y claro está, tú, que me has dado tu apoyo incondicional un año más,
y mira que sé que a veces soy difícil de tratar.
Y no solo eso… este año he aprendido, por circunstancias de
la vida, más tarde que pronto, pero a tiempo, a valorar a todos los que tengo
al lado, a los que se fueron de mi vida con un portazo, a los que volvieron a
ella y me sacaron millones de sonrisas, y a los que ya nunca más estarán
presentes en cuerpo, aunque sí en alma.
A darle importancia a la salud, algo que muchas veces se
olvida cuando se pide un deseo, siempre es amor, buenas notas, viajes… pero no
hay nada más importante que saber que los que están a tu lado, vivirán por
mucho tiempo… y este año lo he entendido mejor que nunca.
Este año he aprendido que no siempre vale la pena luchar por
todo el mundo, ni darlo todo por todos, aunque como soy yo, el año que viene lo
seguiré haciendo. Y no lo hago porque crea que se lo merecen, porque sé que
muchos no, sino porque soy así, porque no espero nada a cambio de nadie (por
algo será, no te creas que no…), pero si espero seguir siendo yo, un año más.
Y todo lo que he parecido aprender, comprender, no será en
vano. Será un año más vivido. Un año con muchas esperanzas, ilusiones, planes,
que algunos se han podido cumplir y otros no pero… lo importante y por lo que más
me parece que vale la pena celebrar el año nuevo es… ¡POR SEGUIR VIVIENDO! Porque
estoy segura que hay mucha gente o mascotas (no os riáis) a la que echaremos de
menos el año que viene (mi abuelo, mi abuela, mi perra…), y ya solamente seguir
viviendo, luchar por una vida, es un motivo de celebración.
Sí, sé que este no es el mejor año y que, como yo, muchas
personas no sienten que mañana sea Nochevieja por todo lo que ha pasado este
año: crisis, pobreza, gente herida en manifestaciones; mujeres, hombres y niños
muertos por todo el mundo por falta de hambre, por guerra, por violencia de género,
ajustes de cuentas, robos…
Pero por todo eso, merece más la pena celebrar, porque todas
esas personas que han sufrido, que han llorado o que han muerto, estén en un
lugar mejor, no sé en donde, lo reconozco… en un centro de acogida, en un
albergue, ya recuperadas con sus familias en sus casas, en el cielo, paraíso,
reencarnándose en una mariposa blanca… no lo sé, no creo y creo en todo eso.
Bueno, solo lo diré una vez más… mañana sí, me vestiré “de
gala”, cenaré con mi familia, me tomaré las uvas, les felicitaré a mis padres,
familiares y amigos el año nuevo, a mi padre sus 48 añazos (1 de enero de 1965)
y después me divertiré con mis amigos, celebrando que pasamos un día más
juntos.
Hola, cielO! Acabo de descubrir tu blog, me comentaste no hace mucho y he dicho, pues voy a visitarla y aquí estoy cuenta conmigo como lectora y seguidora
ResponderEliminarPodre contar contigo? Te afilio. Nos comentamos mutuamente?
http://macherieladyartiste.blogspot.com.es/
Espero que disfrutaras de esa Nochevieja con tu nuevo vestido y con esas personas a las que tanto quieres :-)
ResponderEliminarUn beso.