Cuento infantil, a días de abril,
Y faltan tres meses
Para tenerte en mis brazos.
En el que será tu hogar
Rezuma la alegría de unos
Padres primerizos que,
Con prisas, envuelven
Recuerdos de momentos previos.
No estás aquí, y ya puedo
Imaginar el traqueteo
De tus manos y tus pequeñas piernecitas
Acariciando el suelo por vez primera.
La emoción de
Sentir que te mueves
Al escuchar mi voz,
Saber que hay un latido
Acompasando el mío
En mis entrañas.
Nervios a flor de piel,
Por ver un dulce rostro que,
Por otra parte, he vislumbrado
Tantas veces en sueños.
Y saber que por mucho que
Imagine tus ojitos, cuando nazcas,
Serán aún más bellos que
La idea de ellos.
Es indescriptible la sensación
De estar creando una vida tan deseada.
De saber que tu carne, será también mi carne,
Y tu ombligo, parte de mi ombligo.
Desear que tus ojos sean mis ojos,
Y tus labios los suyos.
Saber que la fuerza de dos almas unidas
Que se quieren y se esfuerzan,
Dan a luz a un pequeño angelito.
Que tu caminar será el nuestro,
Que tus primeras caídas serán compartidas,
Que derramaré cientos de lágrimas
Con tus sonrisas y que, cuando
Tu mano de querubín roce mi rostro,
Palpe mi mano, una huracanada de vida
Pasará a formar parte de nuestra historia.
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