martes, 23 de diciembre de 2014

ESPERANZA

Esperanza, una palabra llana
A simple vista, de baja estrofa,
Sin refinar, tal vez vulgar,
Con disparidad de acepciones,
Cada una a complementar.

Esperanza, estado de ánimo que
Nos hace creer posible lo que anhelamos
Con el apego febril de quien cree
Que puede sostener el mundo con una mano,
Mientras se fuma un cigarillo con la otra.

Esperanza, esperanza de vida,
De agotar los enseres de nuestra
Existencia, efímera en los años,
Pero no en las corrosiones,
Ni en las caídas cuesta abajo, sin bridas,
Por el acantilado del desaliento,
Del desapego, desamor, desilusión,
De la efeméride que perpetúa
La próxima fecha temprana
A nuestra muerte inevitable y banal.

Esperanza, la eterna espera de lo prometido
Por el Excelso, por el “todo sabedor”
De nuestros mal llamados pecados mortales.
La expectación de un bien, de una plenitud,

Que desafortunadamente, pocas veces llega en vida.

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