Curiosamente, a lo largo de la
vida te he dedicado cientos de palabras de cariño, afecto, de amor casi
fraternal. Pero nunca me he parado ha escribirte en serio. A decirte, que has
sido la mano que necesitaba para levantarme en muchas ocasiones, que un rato a
tu lado, borraría hasta una negrizca alma destruida y desolada.
Creo que con palabras, jamás te
he expresado que te veo como la hermana que nunca tuve, te lo he dicho en
incontables ocasiones. Pero nunca he llegado a expresarte que me hubiera
encantado pelearme cada día contigo por los juguetes, que hubiera correteado
sin cesar para que no me pillaras, que habría intentado ser la más rápida en
sentarme en una silla, que habría desplegado y montado tiendas de campaña en el
salón para hacer una “acampada” con mi hermanita, que hubiese pegado a quien se
hubiera atrevido a decirte cualquier tontería. Y aunque todo eso suena bien y
habría sido increíble, curiosamente, no lo necesito para llamarte hermana.
Siempre me he sentido orgullosa
por tenerte a mi lado. El tiempo, las circunstancias, la gente… al final nada
ha podido con nosotras. Te lo he dicho tantas veces… pero por si aún no lo
crees o necesitas que te lo recuerden… Eres, sin lugar a dudas, la mejor
persona que conozco. Creo haberte visto enfadada, ¿cuatro veces en quince años?
Y tus enfados… ¡son una risa! Eres la persona más amable y bondadosa. No tienes
maldad, eres pura como un ángel, ¡y tu rostro refleja lo mismo!
Tal vez seas la persona más bella
que conozca, porque posees la misma lindeza y honestidad tanto interior como
exterior. Tienes el preciado don de hacer sentir bien a la gente y de hacerlos
sentir bien consigo mismos. Por eso, tu futura profesión, te viene como anillo
al dedo. No podría dejar a mis futuros hijos a cargo de nadie mejor que tú,
porque sé que los cuidarás como los tuyos propios y si les enseñas, la mitad de
valores de lo que haces gala, sé que podré sentirme orgullosa de ellos. Si
además, con tu dulzura y paciencia, vieras bien ejercer tu profesión, serían los
niños más inteligentes que pudiera tener. Sin lugar a dudas, si tuviera que
delegar mis futuros hijos en alguien, sería en tus manos. Nadie mejor que tú
para darles amor, ternura, fundamentos y valor.
Podría recordarte cientos de
momentos divertidos, hablarte de aquellos que hemos superado juntas, enumerarte
cientos de consejos que nos hemos dado la una a la otra. Pero en lugar de decir
cosas que ya sabes, prefiero pedirte algo… Deseo que pase lo que pase y por muy
mayor y muy lejos que vivamos, no perdamos nunca el contacto. Aunque hablemos
tres escasas veces al mes y que, como siempre, seamos las mismas.
No te lo pido yo, te lo pide la
niña de seis años con la que jugabas al “pilla pilla”, la niña de ocho con la
que jugabas a las brujas y con la que escribiste un libro de hechizos, la niña
de diez u once con la que empezaste a salir a la calle (lo que por aquel
entonces era ir al parque sin madres), la que te invitó a que pasaras la semana
santa en Galicia, la que te llama y te escribe cientos de veces en tu
cumpleaños, la que se alegra con tus victorias y llora con tus derrotas, la que
siempre intenta darte buenos consejos.
Debbiee muchísimas gracias por estas palabras tan preciosas, me has emocionado como siempre. Estoy segura que dentro de muy poquito tiempo acabarás consiguiendo que te publiquen tus escritos, porque algo tan puro y maravilloso como son tus palabras tienen que llegar hasta lo más lejos.
ResponderEliminarMe siento muy orgullosa de ti, porque pones tanta dedicación y esfuerzo en todo lo que te propones y sobre todo pones pasión, amor. Y nunca nunca te rindes, de mayor yo quiero ser como TÚ!!
Hazme una promesa, prometeme que NUNCA cambiarás, que siempre serás la misma. Porque este mundo te necesita, una persona que es buenísima, que lo da todo por las personas a las que quiere, que piensa más en los demás que en sí misma, que es inteligente, que da gusto oir hablar, leerla, escucharla cantar, bailar... pero bueno si es que eres PERFECTA! A mi desde luego me encantas y que nadie se atreva a decir lo contrario, porque me niego! Y las personas que no son capaces de apreciar lo maravillosa que eres no merecen la pena Debbie.
Solo tú eres capaz de animarme cuanto estoy triste, de sacarme miles de sonrisas, de darme la mano cuando me caigo, de comprenderme.... Gracias Debbie, muchas gracias por formar parte de mi vida, porque sin ti no sería vida.
Que suerte tengo en serio, una persona que es capaz de bajarse de su tren en el frío de la mañana para subirse al mío, para verme. Haces que me sienta como con nadie me siento Debbie. Me has demostrado en todos estos años y me sigues demostrando lo buena amiga y hermana que eres, porque tú eres de mi familia, se que puedo contar contigo y que podré contar siempre, aunque tú estés en Roma, porque sabes que iré allí jiji guárdame una habitación!
Por favor no me dejes nunca, te necesito sin ti me hundiría. Pongo la mano en el fuego y no me quemo cuando digo que estaremos juntas siempre! Te quiero muchísimo Debbie, mi hermanita!!! Eres la mejor en el mundo!!