jueves, 25 de diciembre de 2014

Versos de añoranza

Los últimos versos de este frío invierno
Van dedicados a la añoranza, al recuerdo de ti.
Los años han pasado, fugaces como estrellas,
Pero el eco de tu nombre sigue intacto
En esas hojas del pesebre que no llegué a construir.

Jamás te dediqué las palabras que te merecías,
Supongo que por miedo a que si lo hacía
Tendría que comenzar a aceptar tu partida,
Volver hacia atrás en el día en que pasó
Y admitir que, la Navidad llegó,
Llevándose con su invernal frío, tu aliento.

He deseado, y en sueños he conseguido,
Volverte a encontrar; he vuelto a ser pequeña
Para que juegues conmigo y nos riamos
Como antaño.  Con tu socarrona risa,
Despertar del letargo de una Navidad
Que heló sin nieve.

No he sabido ofrecerte mensajes de pérdida,
Porque siempre has vivido conmigo,
Acompañándome en cada descuido
Y cuidándome en cada pataleta.
En el ascenso hacia mi meta, jamás me sentí sola,
Sabía que la abuela y tú, donde quiera que estéis,
Me estaríais procurando el bien.

A veces tengo miedo a olvidar, obviar,
Las arrugas que se formaban en tus ojos,
Las historias que de niña no comprendía
O los valores que tan fielmente,
Transmitiste a mi madre.

Esta es la carta de Navidad más sentida,
Alejada del consumismo que ahoga su esencia,
De la palabrería que la alborota.
Sólo es la letra que no pude escribirte antes,
Porque las lágrimas aladas
Se llevaban consigo tu presencia.

El recelo de las palabras que no te dije
Porque no supe valorar el tiempo fugaz,
Que arrebató tus manos de mis manos infantiles.
El miedo de que sea demasiado tarde
Para decirte que te echo de menos.

Aquel invierno el fuego navideño no cintiló,
Ni encontré los regalos bajo el árbol,
Mas las escarcha fulguraba en la casa
Y hacía presos nuestros corazones, apocados.

Quisiera recordar tan fielmente
Tus enseñanzas como antes lo hacía.
Abrazarte una vez más
Y que desenredaras mi pelo
Con las manos que aún siento
Recogerme en cada caída.

Nunca quise dejar que las lágrimas
Empañaran, menguaran tu recuerdo, maldiciendo
A las agujas, por negarme más tiempo contigo.

Por eso lloré sólo al recordarte con alegría.

2 comentarios:

  1. Me gusto mucho el texto, me recordó al que le dedique a mi abuela el año pasado, espero que te guste:
    http://desnudaelfuturo.blogspot.com.es/2014/10/desde-entonces-no-creo-en-el-cielo.html

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    1. Muchas gracias por darme tu opinión. Sobre tu entrada, ya la he comentado. Estamos en contacto.

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